¿Quiénes somos?
Somos la Comunidad Católica de habla hispana ubicada en la Región del Niagara, hijos de Dios en una sola Fe y en un camino común, miembros unidos por un mismo amor al servicio de nuestro prójimo.
Nuestra Misión
Nosotros existimos para la Gloria de Dios, para ofrecer un servicio a nuestra Comunidad Hispana, evangelizando y dando testimonio vivo del amor de Dios.
¿Cómo lo hacemos?
Construimos y fortalecemos a la Comunidad Católica Hispana, trabajando en la unión y la Fe en Cristo Jesús a través de acciones evangelizadoras que generan integración, compromiso y espacios pastorales para toda la familia. Y motivamos a los miembros de la Iglesia a través de la Fe, produciendo y desarrollando planes de trabajo para toda la Comunidad.
¿Para quienes lo hacemos?
Lo hacemos para toda la Comunidad de habla hispana de la Diócesis de St. Catharines, Ontario y para todas aquellas personas que quieran poner en práctica su Fe Cristiana.
Los valores que escogemos:
La prudencia, la justicia, la verdad, la perseverancia, el respeto, la paciencia, la templanza, el compromiso, la solidaridad, la sinceridad, la empatía, la responsabilidad y el amor.
Visión
La Comunidad Católica Hispana de la Diócesis de St. Catharines, Ontario es organizada, multicultural, participativa y comprometida y sirve de modelo para otras Comunidades Cristianas. Cuenta con líderes capacitados y miembros de la Comunidad que asumen el compromiso Cristiano de llevar el mensaje del Evangelio, desde la coherencia del testimonio de entrega y amor, a través de la formación y el sentido misionero, ofreciendo una especial atención a las futuras generaciones y los nuevos inmigrantes.
Acerca de nosotros
La mayor parte de los integrantes de la Comunidad Católica Hispana son personas que vienen de familias practicantes de la Fe Católica Cristiana; por ello, nos une la posibilidad y capacidad de acercarnos para construir una Comunidad Cristiana.
Según la Constitución Lumen Gentium del Vaticano II, la Iglesia se define como “Sacramento de Salvación” (LG 1,1). Sacramento quiere decir: una señal visible que no sólo causa sino que hace perceptible que existe salvación. La Iglesia sólo es Iglesia de Cristo si existe para el mundo, y no para sí. La Iglesia sólo será “Sacramento de Salvación” si existe para servir y para hacer sacramentalmente visible aquel Reino de Dios anunciado por Jesucristo. Por ser sacramento histórico de salvación, debemos añadir que la Iglesia es intrínsecamente misionera, evangelizadora. De esta manera, en palabras de Mons. Romero, “La esencia de la Iglesia está en su misión de servicio al mundo, en su misión de salvarlo en totalidad y de salvarlo en la historia, aquí y ahora. La Iglesia está para solidarizarse con las esperanzas y gozos, con las angustias y tristezas de los hombres”. La Iglesia es misionera y evangelizadora no porque busque meramente “aumentar su número de clientes”, sino porque está en posesión de una Buena Noticia decisiva para la humanidad (aunque ésta no lo sepa): la del “Amor de Dios revelado en Cristo Jesús” (Rom 8,39). Es decir: por la misma razón por la que es señal de salvación.
La evangelización como acto transformador de la persona, en orden a la salvación y la construcción del Reino, no puede verse reducida a acciones aisladas y esporádicas. Antes bien, es preciso encaminar todos los esfuerzos para construir una propuesta pastoral que atienda de manera integral a sus destinatarios y protagonistas, entendiendo por acción pastoral la totalidad de la acción de la Iglesia y de los Cristianos, a partir de la praxis de Jesús, de liberación de la sociedad, cuyo sujeto colectivo es el grupo humano.
Somos la Comunidad Católica de habla hispana ubicada en la Región del Niagara, hijos de Dios en una sola Fe y en un camino común, miembros unidos por un mismo amor al servicio de nuestro prójimo.
Nuestra Misión
Nosotros existimos para la Gloria de Dios, para ofrecer un servicio a nuestra Comunidad Hispana, evangelizando y dando testimonio vivo del amor de Dios.
¿Cómo lo hacemos?
Construimos y fortalecemos a la Comunidad Católica Hispana, trabajando en la unión y la Fe en Cristo Jesús a través de acciones evangelizadoras que generan integración, compromiso y espacios pastorales para toda la familia. Y motivamos a los miembros de la Iglesia a través de la Fe, produciendo y desarrollando planes de trabajo para toda la Comunidad.
¿Para quienes lo hacemos?
Lo hacemos para toda la Comunidad de habla hispana de la Diócesis de St. Catharines, Ontario y para todas aquellas personas que quieran poner en práctica su Fe Cristiana.
Los valores que escogemos:
La prudencia, la justicia, la verdad, la perseverancia, el respeto, la paciencia, la templanza, el compromiso, la solidaridad, la sinceridad, la empatía, la responsabilidad y el amor.
Visión
La Comunidad Católica Hispana de la Diócesis de St. Catharines, Ontario es organizada, multicultural, participativa y comprometida y sirve de modelo para otras Comunidades Cristianas. Cuenta con líderes capacitados y miembros de la Comunidad que asumen el compromiso Cristiano de llevar el mensaje del Evangelio, desde la coherencia del testimonio de entrega y amor, a través de la formación y el sentido misionero, ofreciendo una especial atención a las futuras generaciones y los nuevos inmigrantes.
Acerca de nosotros
La mayor parte de los integrantes de la Comunidad Católica Hispana son personas que vienen de familias practicantes de la Fe Católica Cristiana; por ello, nos une la posibilidad y capacidad de acercarnos para construir una Comunidad Cristiana.
Según la Constitución Lumen Gentium del Vaticano II, la Iglesia se define como “Sacramento de Salvación” (LG 1,1). Sacramento quiere decir: una señal visible que no sólo causa sino que hace perceptible que existe salvación. La Iglesia sólo es Iglesia de Cristo si existe para el mundo, y no para sí. La Iglesia sólo será “Sacramento de Salvación” si existe para servir y para hacer sacramentalmente visible aquel Reino de Dios anunciado por Jesucristo. Por ser sacramento histórico de salvación, debemos añadir que la Iglesia es intrínsecamente misionera, evangelizadora. De esta manera, en palabras de Mons. Romero, “La esencia de la Iglesia está en su misión de servicio al mundo, en su misión de salvarlo en totalidad y de salvarlo en la historia, aquí y ahora. La Iglesia está para solidarizarse con las esperanzas y gozos, con las angustias y tristezas de los hombres”. La Iglesia es misionera y evangelizadora no porque busque meramente “aumentar su número de clientes”, sino porque está en posesión de una Buena Noticia decisiva para la humanidad (aunque ésta no lo sepa): la del “Amor de Dios revelado en Cristo Jesús” (Rom 8,39). Es decir: por la misma razón por la que es señal de salvación.
La evangelización como acto transformador de la persona, en orden a la salvación y la construcción del Reino, no puede verse reducida a acciones aisladas y esporádicas. Antes bien, es preciso encaminar todos los esfuerzos para construir una propuesta pastoral que atienda de manera integral a sus destinatarios y protagonistas, entendiendo por acción pastoral la totalidad de la acción de la Iglesia y de los Cristianos, a partir de la praxis de Jesús, de liberación de la sociedad, cuyo sujeto colectivo es el grupo humano.